El rumor en tiempos de cólera

El rumor puede ser hasta destructivo: ¿Cómo podemos manejarnos en tiempos que corren tan rápido?

En estos días vi una frase que me llamó mucho la atención por todo lo que implica. “Los rumores son creados por gente que odia, difundidos por tontos y aceptados por idiotas.” – Ziad K. Abdelnour.

Iniciemos por analizar a los implicados:

Los creadores: Casi nunca sabemos dónde nació un rumor. Pero sí podemos saber que la persona que lo arrancó sabía que no tenía informaciones necesarias para poner a rodar la bola. No creo que siempre sean creados con odio, es más, diría que pocas veces. Lo que me queda claro después de conocer a creadores de rumores es que a ellos les encanta la intriga y son muy poco interesados en conseguir un buen ambiente. Prefieren decir verdades a medias sazonadas con especulación, para así llevar a la inseguridad generalizada. En una empresa hacen mucho daño este tipo de personas… y le digo más, no se curan con facilidad.

Los difundidores: Algunos creen en quien les trae la información, otros se aprovechan de ella para crear beneficios para sí. Conejillos de indias son carne de cañón. No es que les guste el chisme, pero se hacen parte de él. En algunas sociedades ser parte del rumor es un indicio de estar bien informado… cuando en realidad solo estamos desinformados.

Los aceptadores: Creer en rumores es una peligrosa costumbre. No investigar ni analizar la posible veracidad puede llevarnos a tener conclusiones con falta de verdad. Lo que deberíamos hacer es abrevar en la fuente. La comunicación es la mejor arma. Si la persona a quien le podemos preguntar no acepta interpelaciones está promoviendo que el rumor sobre ella se expanda. Si somos los cuestionados, busquemos la razón de fondo para cortar de raíz.

Vivimos en tiempo de las redes: Hasta no hace muchos años podíamos informa o ser informados por solo un puño de personas. Hoy vemos cientos o miles de informaciones al día. Veo cómo se convierten en cadenas las noticias falsas solo por parecer extraordinarias. Desde la muerte de un artista hasta la sanación del cáncer. Qué decir del acoso a las personas. Emitir, repetir y aceptar nos hace cómplices de los rumores.

Podemos terminar con el rumor simplemente no haciéndole caso y si nos afecta yendo a la fuente a conseguir la información que nos interesa. No desperdiciemos tiempo y nervios en quién no lo merece.

Por: Diego Sosa
Más sobre la comunicación asertiva en el libro: Click

Deja una respuesta