LO QUE SÉ Vs. LO QUE SOY


Las empresas tienen un método de selección que sirve para contratar. Está basado en lo que la persona sabe. A tal punto hemos llegado, que no invitamos prospectos que podrían ser interesantes para la empresa, simplemente porque no saben hacer bien una Hoja de Vida (Currículum Vitae, CV).

Para los departamentos de Recursos Humanos (RRHH), o Gestión Humana, es muy difícil contratar por lo que la persona es, no importando la cantidad de pruebas psicológicas que le hagan a los futuros colaboradores.

La cuestión está en que terminamos contratando a las personas por lo que saben, pero al momento que están dentro, tenemos que soportarlas o despedirlas por lo que son. Y aquí nace la paradoja de las contrataciones.

Para mí, lo que sabe una persona sólo me debe servir para ubicar el salario que le debo pagar y las posibilidades que tiene para desarrollar una función. Pero para decidir si lo contrato o no, depende más de una prueba como persona, ya que la permanencia en un equipo dependerá de su actitud y no de su aptitud.

Sería un poco ortodoxo, pero prefiero conocer una persona haciendo un deporte, en una cena o compartiendo unas bebidas, que por los resultados de pruebas psicológicas. Pero eso no es trabajo del departamento de Gestión Humana, eso es trabajo del supervisor que tendrá que integrar el nuevo colaborador al equipo.

Como empleados debemos cuidar nuestra actitud en el momento de nuestra contratación; y cuando digo cuidar, me refiero a que no disimule lo que usted en realidad es, porque si acepta el cambio de trabajo, puede correr el gran riesgo de mostrar luego quien usted es en verdad, y su futuro puede ser incierto.

Si usted siente que para que lo contraten tiene que aparentar ser otra persona, es porque usted tiene la convicción de que la persona que usted es no recibiría el empleo. O sea, que siente que no está conforme con lo que usted es. O que el criterio de contratación no estaría de acuerdo con la persona que usted representa.

De no estar conforme con su forma de ser, sólo usted podrá cambiarla. Por lo regular puede creer que es una persona aburrida, sin sentido del humor o poco comunicativa, entre otras tantas opciones de comportamiento.

Pueden ser muchas las razones, pero la buena noticia es que cualquiera que sea, usted mismo la podrá cambiar, ya que todas son cuestión de actitud en su vida. La actitud de ser feliz, la actitud de tener valores, la actitud de disfrutar lo que uno tiene, la actitud de ser lo que uno quiere ser, la actitud de ser servicial. Lo que tenga que ser en su parte profesional para mantener su empleo y disfrutarlo depende de su actitud.

La felicidad está en lo que uno tiene y es, no en lo que uno quiere y puede llegar a ser.

FRASE DE LA SEMANA
“Siempre ando por la felicidad; es que ella no es mi meta, es mi camino”.
Diego Sosa
Escritor y Orador Dominicano

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