HECHOS, OPINIONES Y “OTRINIONES” FINANCIERAS

¿Debería tomar mis decisiones financieras por los hechos, por mis opiniones o por las opiniones de otros?

Hace unos días me consultó un amigo sobre sus inversiones. Tiene un dinero invertido en unos instrumentos financieros que le había recomendado. Me preguntó si debe pasarlo a moneda dura o utilizar el dinero de alguna otra forma.

La situación en general no ha cambiado desde nuestra anterior conversación, por lo que sigo considerando que para él es la mejor opción… de momento.

Me insistió y comencé a indagar un poco. Él habló con varias personas y cada uno le da instrucciones diferentes. Hasta le dijeron que es una estupidez tener el dinero “parado”.

Aquí retorno en detalle al título de mi escrito:

  • Hechos: Para tomar decisiones financieras debemos tener la fría cabeza para analizar los hechos. No es solo lo que pasa en el mercado financiero, sino mucho más. La personalidad del inversionista, su pasado, su relación con el dinero, su programación, sus planes, su futuro, etc. Claro, no perderemos de vista los hechos financieros locales y globales. Lo único es que estos no nos sirven para predecir con facilidad el futuro, solo para analizar posibilidades. Y solo si somos buenos analistas, no especuladores o adivinos.
  • Opiniones: Podemos creer y escuchamos las afirmaciones de otros. Pero no dejan de ser opiniones. Un empresario tomaría el dinero y lo multiplicaría en su negocio. ¿Eres empresario? Le pregunté. La respuesta fue no. No puedes hacer con tu dinero lo que el empresario haría con el de él. ¿Y si se lo pongo en las manos a él? Antes que eso me preguntaría por qué él lo necesitaría si es tan ducho con el suyo. Muchos opinan, pocos analizan, y aún menos aciertan al pasar el tiempo.
  • Otriniones: Las opiniones de otros son esparcidas con facilidad. Leemos un libro o vemos un video y de inmediato hacemos nuestros los conceptos percibidos. A veces mencionamos la fuente para darle poder a la otrinión. En cuestión de inversiones no existen soluciones iguales para todos en todo momento. Invertir en inmuebles puede ser en un momento una excelente opción, pero si los intereses suben demasiado ya no es atractivo. El que no tiene el capital inicial quizá no tenga esa opción. Aquel que es comerciante puede multiplicar su patrimonio más fácil en su negocio. Y así miles de opciones.

Aconsejar, sugerir o asesorar no es lo mismo. Cualquiera tiene una opinión o usa la opinión de otros. Entender la personalidad de alguien, su relación con el dinero, sus planes, su realidad, etc. es un trabajo muy delicado que hacemos los consultores antes de decirle a alguien en qué debería invertir.

—Diego Sosa, ¿qué me dices de invertir en Bitcoin? —me dijo mi amigo ya al final de nuestra conversación.

—Si alguien te aconsejó eso es porque realmente no te conoce. A tu edad, con tu personalidad, conocimiento, historia y realidad financiera prefiero ni siquiera tocar el tema.

No podemos compararnos con nadie si queremos manejar bien nuestras finanzas personales. Cada uno tiene su realidad y para esa realidad hay varias soluciones.

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