Administrar el tiempo es bastante improductivo porque utilizamos tiempo para administrar y no para conseguir más tiempo. Mi método es de administración de tareas, consiguiendo hacer las cosas sin desperdiciar tiempo.
1. Reduzca la cantidad de errores: Hacer las cosas con rapidez produce más errores. Los errores causan devoluciones y correcciones… todo eso cuesta tiempo.
2. No priorice: Haga las cosas cuando las vea por primera vez. Si abrió un correo electrónico o una carta, debe llevarla hasta el punto máximo que pueda. Le da respuesta, la archiva, la tira, la agenda… pero no la deje para leerla más tarde.
3. Sepa decir no: “Hay ladrones que nunca son condenados, los ladrones del tiempo”, decía Napoleón Bonaparte. Hay personas que quieren utilizar nuestro tiempo y debemos poner prioridades.
4. Evite interrupciones: La mayoría las creamos nosotros al ser impuntuales con nuestras entregas o cometer errores. No prometa entregar una tarea en una fecha determinada si sabe que no cumplirá y si se retrasará avísele a la persona con anticipación, así no le llamará o visitará creando una interrupción.
5. Reduzca el tiempo de las llamadas: No hay que ser descortés, sólo ir al grano y resolver el motivo de la llamada. Hágase de cuenta que tiene a alguien que lo espera.
6. No posponga: Las tareas que encontramos difíciles o desagradables son las que tendemos a posponer. Atáquelas de inmediato.
7. Lleve una agenda proactiva: No sólo con citas, agregue también tareas de seguimiento y tareas pequeñas: Como supervisar algo que delegó, devolver llamadas, comprar algo para poder proceder con una reparación, etc.
8. Haga sus tareas de principio a fin: Si es muy grande divídala y avance con la porción agendada cada vez que le llegue su momento.
9. Sáquele provecho a la tecnología: Tenga cuidado con los servicios de mensajería instantánea y con las redes sociales, si no sabemos asignarle tiempo pueden llevarnos mucho tiempo útil sin darnos cuenta. Use su agenda electrónica.
10. Haga reuniones eficientes: Debe tener una guía; llevar anotado lo que va a buscar; no dejar que la conversación se vaya por las ramas; y una vez se tienen soluciones terminar la reunión cortésmente.