Normalmente hablo de qué hacer con los subordinados, o sea, los componentes más importantes del equipo… Esta vez, quiero referirme al jefe, a aquel que no es líder, pero que lo tenemos por encima en la jerarquía. Es difícil cambiar a los demás, a veces, el sólo pensarlo, es perder el tiempo, pero muchos tenemos que vivir con un jefe.
No se debe ser negativo, aunque así se escucha mi frase anterior. Quiero ser realista, no le daré esperanzas, le daré herramientas para llevar su vida con el jefe un poco más aliviada. Pero no se haga la ilusión de que podrá cambiarlo.
Los que son jefes siempre creen tener la razón, llevarles la contraria sólo traerá problemas. Le recomiendo que conozca a su jefe para saber cómo hacer las cosas, entonces no tendrá problemas en ese sentido. Por ejemplo:
• ¿Las comunicaciones tienen que ser escritas, o sólo con una llamada telefónica bastaría, o le gustan a su jefe las reuniones?
• ¿Las cosas pueden esperar o prefiere que le informen inmediatamente?
• ¿Quiere que le informen de los problemas o prefiere que le hagan saber las soluciones?
• Hay que saber el humor que se encuentra el jefe antes de informarle algo o de solicitar alguna información.
• ¿Cuál estilo de trabajo prefiere?
• ¿Conoce y acepta nuestro estilo de trabajo?
Será importante que conozca las presiones por las que pasa su jefe, esto no justificará nunca el comportamiento que él tiene, pero hará más fácil su vida saber que no puede colocar más presión; podría ser, en su presencia y por su actitud, que explote la caldera.
No podremos cambiar al jefe, pero sí podemos cambiar de jefe o de trabajo. Lo que le recomiendo es, antes de tomar un trabajo, examinar y conocer a su jefe realmente; pregunte a los que trabajan con él. Así como la empresa tiene derecho a buscar referencias suyas, usted está en la obligación de encontrar informaciones de la forma gerencial de su futuro manejador.
Cuando comience en un lugar o un nuevo jefe llegue al equipo, usted tiene la mejor, y muchas veces la única, oportunidad de conseguir una buena relación profesional. Para eso es necesario poner las cosas claras, pero no en el sentido de imposición, sino de cooperación. Es el momento de tomar unos minutos y preguntar cómo quiere que se hagan las cosas. Además, es oportuno pedir que les enseñe, si es necesario, lo que le haga falta para poder conseguir los objetivos del equipo.
Tenga una reunión y apunte lo que se habla, con esas notas haga un memorando para que el nuevo jefe tenga la opción de corregirlo, aclararlo, o anexarle información. Además, así le quedará por escrito, eso compromete a las partes a mantener una conducta adecuada a lo que se habló.
Su jefe puede ser un mal necesario, lo bueno sería que él se diera cuenta de lo bueno que es para todos ser líder, convertir al grupo en un equipo y conseguir los mejores resultados de la forma más eficiente y efectiva posible.
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