En medio del proceso se llama a reuniones para atribuir culpabilidades y se desmotiva más a los que llevaron el barquito anterior a los mejores lugares. La responsabilidad no es de los que tomaron las grandes decisiones, sino de los que simplemente tienen que ejecutar las decisiones erradas sin las herramientas adecuadas. Mientras los directivos sólo le dan vuelta a los números para justificarse ante los accionistas y poderles vender una idea de un porvenir grandioso.La realidad es que cuando decidieron el cambio, no contaron con los clientes. Si uno cambia todo, tiene que contar que hoy el cliente elige donde ser atendido. Si hacemos una nueva empresa, tendremos que pensar que el viejo cliente también era parte del viejo barco y en él se sentía bien porque decidió embarcar en ese viejo barquito. La rentabilidad de una empresa tiene que contar con el tipo de cliente y no con números preciosos que los consultores podemos variar cambiando un número en un programa de computación.
Cambiar para abandonar lo que nos ha dado resultado es una forma de empezar de nuevo. Los riesgos son altos… tenemos que saber si los queremos correr.
En lo personal es exactamente lo mismo. Un gran cambio para mejorar algo que nos ha resultado, es un riesgo que no siempre se toma, porque casi nunca da los mejores resultados. Si quiere cambiar algo que resulta… trate de modificar el curso, no de dar un giro de 180 grados. Insisto, si es algo que está bien. Pero si es algo que va mal, entonces salte lo más rápido posible del barco y comience un cambio no por cambiar, sino por mejorar.
El cambio de año nos motiva a introducir cambios en nuestras vidas, no dude en implementarlo. Planifique bien cuál es su objetivo y cómo llegará a él. Tome en cuenta lo más importante, el objetivo de su cambio. Si quiere más dinero para aumentar su calidad de vida, no podrá, por ejemplo, sacrificar su tiempo con los que ama, porque eso sería disminuir la calidad de vida que quiere aumentar. No soy de los que cree en que el tiempo no debe ser mucho sino de calidad… creo que el tiempo debe ser mucho y de calidad. No sabemos cuánto tiempo tenemos con lo que podemos disfrutar, la hora de disfrutarlo es ahora que lo tenemos. Sí, ahora… es que luchamos mucho para lograr algo, porque lo dejamos de lado para conseguir algo más, que a la larga no nos dará satisfacción porque nos embarcaremos en conseguir alguna otra cosa más.
Disfrutemos lo que tenemos. Cada segundo cuenta… nos lo quitan de nuestro saldo y no vuelven a ponerlo. Definamos cada minuto de nuestra vida como algo especial.
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