¿Qué debe estudiar mi hijo?

Los estudios universitarios son una preocupación para muchos: Un amigo me contó hace unos días cómo su hijo, que cursa el último año del colegio, casi entró en pánico cuando le preguntó si había decidido lo que quiere estudiar.

–¿Por qué crees que está tan estresado con este asunto? –me preguntó.

–¿Eres el único que le pregunta?

–No, en la familia todos lo orientan.

Los orientadores familiares tienden a ser una gran presión más que una ayuda.

Pocas veces contamos con un especialista en orientación preuniversitaria, tampoco con conocedores de este complejo elemento llamado mente humana.

Con 17 años tomar una decisión que influirá con fuerza en el resto de tu vida no es lo que llamaría lo más asertivo. Sin experiencia laboral, sin conocimiento de carreras y sin idea de lo que son estas es muy difícil llegar a tan importante elección.

Los que rodeamos a los jóvenes quizá ni hemos hecho esfuerzo en conocerlo verdaderamente. La gran mayoría no tiene la menor idea de cuáles son sus aptitudes, menos de las que hacen falta para cada carrera.

Otro factor es la reputación de cada carrera. El joven dijo que una de sus opciones era Administración de Empresas: No faltó quién le dijera que es una carrera para vagos o para los que no pueden hacer otra. También le preguntaron que si tenía empresa para administrar. Pienso que el nombre de esa carrera no le hace honor a lo amplia de su aplicación. Tampoco al gran potencial que coloca en sus egresados. Creo que todo aquél que quiere llegar a lo más alto de una empresa necesitará conocimientos (y no básicos) de administración.

“Podría estudiar para chef”. “¿Cocinero?: Estás loco”. “Veterinaria”. “¿Alguien de tu familia tiene finca?” “Informática”. “Tú nunca has programado nada”. Todo tenía el por qué no.

Orientar a un joven lleva mucho más que la simple idea de lo que para nosotros es ideal. Algunos queremos que logren lo que nos hubiese gustado alcanzar, otros pensamos en que amasen riquezas que les den una excelente calidad de vida.

Conozco personas que habiendo estudiado una carrera han triunfado en otra. Algunos personajes exitosos no terminaron sus estudios universitarios. Es más, una gran parte de las carreras y ocupaciones de los próximos 20 años aún no existen.

Orientar es para orientadores, prefiero no desayudar a un joven indeciso sin ser nosotros los profesionales del área.

Más al respecto en mi libro ¡Alcanza la cumbre!

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