5 renuncias para el éxito

El éxito no llega, hay que buscarlo. Para ello muchas veces debemos ver lo que no nos conviene y renunciar a ello. Las anclas no nos dejan avanzar, mejor soltarlas y salir a navegar.

Hace unos días en un seminario para ejecutivos me preguntaba uno de los participantes por una fórmula para alcanzar el éxito.

Lograr el éxito que buscamos requiere de tomar muchas decisiones en cuanto a lo que hacemos y haremos. Dejar algunas de las prácticas que tenemos es también primordial.

Hoy quiero presentarle 5 de las acciones a renunciar que le plantee a los participantes en esa capacitación que tenía como piedra angular la inteligencia emocional.

  1. El cortoplacismo: Pensar que la vida no pasará de la próxima semana suele ser muy nocivo. Adelantamos lo que podemos embargando parte de lo que viene. En poco tiempo, muy poco, comenzamos a pagar más por la poca paciencia. No construir conlleva a recibir un futuro empeñado. Y ese porvenir no está lejos, en un año se siente en demasía el peso de nuestras decisiones.
  2. Hacer lo mínimo necesario: Suele ser muy cómodo, pero no productivo. No nos ayuda a construir más allá de lo que imaginamos. Ahorrar energías no es malo cuando están escasas. Lo dañino es que la realidad no es tan precaria. Tenemos mucho que ofrecer para conseguir una gran construcción.
  3. El perfeccionismo: Aquella visión que está en el otro extremo del punto anterior nos quita del camino muchas diversas actividades. Concentrarnos en llevar a la perfección lo que hacemos no es siempre productivo. La mayoría de las actividades no se pueden perfeccionar. Y más que eso, casi perfectas están más que bien. Es más, en ocasiones es prioritario el tiempo de entrega y no la perfección.
  4. Excusas: Buscar culpables es una constante de nuestros tiempos. También una forma muy simple de apartarnos del camino al éxito. Si otro tiene la culpa de lo que no logro, tendrá de la misma forma la responsabilidad de llevarme a mi éxito. No lo considero productivo, mucho menos asertivo. Prefiero no usar mis energías para conseguir excusas y concentrarme en lograr lo que quiero.
  5. La gente que resta: Algunos individuos son tóxicos, prefiero no tenerlos a mi alrededor. Reunirme con gente así puede terminar contagiándome o robándome las energías buenas. Solo los tengo cerca cuando es obligatorio y por el tiempo estrictamente necesario.

Ahora puede definir si renuncia a estas cinco prácticas, la decisión es propia, el camino es suyo: ¿Se atreve?

 

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Esta publiación tiene un comentario

  1. Rodali

    Excelente!! Nueva opción!

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