En una libreta si trabajas en oficina; en una hoja de papel si andas en la calle y la puedes tener en un bolsillo o en la cartera; en el teléfono móvil o la tableta si te acostumbras a buscar y te es fácil anotar. La idea es tenerla a mano. En ella sólo van las cosas pequeñas que debemos hacer y no podemos permitir que se atrasen sólo por olvidarlas. Las tareas grandes van en la agenda con una fecha y hora específica de realización. Hacer las tareas nos ahorra tiempo, porque no tendremos que interrumpir el trabajo para dar excusas o atrasar otros trabajos por no haber terminado lo previsto.