La mayoría de nosotros nos pasamos la vida buscando que el mundo exterior nos ponga una etiqueta que diga la suma por la que nos venderían. Claro, el valor de algo es lo que alguien esté dispuesto a pagar por ello. Entonces el valor de una persona, será lo que otra esté dispuesto a pagar por ella.
El problema comienza cuando queremos que otro nos ponga el valor y no damos los pasos necesarios para nosotros mismos saber cuál es nuestro valor. Puede ser una cuestión filosófica, pero es sumamente relevante entender la importancia de que seamos nosotros los encargados de poner la etiqueta, y no esperar que alguien venga a ofrecer algo por nosotros.
Si nos creemos capaces de realizar una labor de mayor importancia en una empresa, entonces por qué nos sentamos toda una vida en una silla a esperar que el jefe sea que nos diga cuándo estamos capacitados para ascender en la empresa.
No se pregunte si podría ser capaz de realizar el trabajo, cerciórese de qué le falta para poder ejecutarlo… entonces podrá complementar sus conocimientos y capacidades. De lo contrario dependerá de los demás, de aquellos que siempre decimos que no nos dan el valor que en realidad tenemos.
Claro que tiene temor de perder lo más por lo menos. Su jefe se puede incomodar si ve que usted está preparándose para crecer, siempre habrá un compañero envidioso que le criticará, o personas que le desanimarán. Cree que vale la pena creer en ellos o mejor creer en uno solo que pueda existir en el mundo que le diga que es capaz de realizar lo que se proponga.
Recuerde que “creer es poder”. Lo primero que tiene que hacer es perder ese miedo y dar ese primer paso. Todo camino de mil millas comienza con un paso, decía Benjamín Franklin. Entonces dé ese primer paso de perder el miedo.
El segundo paso es descubrir lo que quiere… dónde quiere estar en tres años. Si no define su propósito, no podrá definir su objetivo y mucho menos su plan para llegar a él. Así que vea en el futuro cercano qué es lo que quiere lograr.
El paso número tres es trazar su plan para lograr su objetivo. Ya sabe dónde quiere estar, así que ahora póngase un objetivo; defina cómo llegará a su propósito. Tendrá que dar pasos importantes, pero son obligatorios para llegar. ¿Cómo, cuándo y dónde? Está es, o son sus preguntas.
Luego de trazado su plan; no se detenga. La meta está cerca, así que no dude en seguir su plan y sin ser cabeza dura, ser persistente en el camino correcto. Hágalo usted mismo y verá como dejará de depender de los demás para saber cuánto usted vale.
A más tardar hasta la siguiente entrega.
© Ing. Diego A. Sosa. Escritor, Consultor, Coach y Facilitador de Empresas y Profesionales a nivel Internacional. CEO Mercurio Entrenamiento y Consultorías S. A.
e-mail: Diego@DiegoSosa.info WEB: https://www.diegososa.info/
FRASE DE LA SEMANA
“Mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve”.
Proverbio griego