LA MUJER: ADMINISTRADORA DE NACIMIENTO

LA MUJER: ADMINISTRADORA DE NACIMIENTO El hombre pasó millones de años saliendo a buscar la presa que serviría de sustento a la familia. La mujer se dedicaba a esconder parte de la captura para que al día siguiente no faltara comida sobre la mesa. Su actuación la llevó a un sistema de administración que permitió la evolución de la sociedad. Cuando el hombre imagina que su mujer puede tener ahorros escondidos lo considera un insulto. Nuestra programación dice que es una muestra de poca confianza en que podamos sustentar la familia. En lo más profundo de nuestro cerebro se activa una alarma generada por la desconfianza femenina: “No me cree capaz de alimentar a la familia.” La mujer fue la primera en generar ahorro, primero en bienes, luego en dinero. La latente posibilidad de que el hombre no regresara a la casa después de una cacería o una batalla la llevó a convertirse administradora por excelencia. EL macho sólo pensaba en demostrar su fortaleza trayendo día a día la comida. La mujer es capaz de tomar las riendas financieras de un hogar; donde no alcanzaba el dinero del mes se comienza a comer mejor y los ahorros llegan a la familia. La calidad de vida aumenta y todo mejora. En los países donde predominan los prejuicios de género pasamos por un momento de transición complicado. Los padres no queremos ver a nuestras hijas depender de un hombre. Las enseñanzas van desde motivarlas a ganar suficiente dinero hasta la peligrosa costumbre de mostrarles el camino del gasto sin necesidad de medida. Tomar una tarjeta de crédito en las manos y gastar sin controles es una enseñanza profunda con consecuencias duraderas. Ellas buscarán un hombre que pueda sustituir el rol de proveedor del padre eficiente y exitoso. Un inconveniente viene en que no todos nacemos con el dinero disponible para mantener una dama de costumbres derrochadoras. El padre intenta casarla con una pareja autosuficiente. ¿La edad? Parecida a la de ella. Sólo un hombre que tenga un padre que supla sus necesidades podrá a corta edad tener ingresos suficientes para mantener un hogar como ése. ¿El mayor inconveniente? Damas criadas en este sistema sustituyen su programación inicial de administradora por la nueva: gastadora. El hombre debe sustentar lujos que van en aumento y la consecuencia serán deudas tontas y malestar de pareja. La mujer administradora tiene una cuenta separada, y por lo regular, escondida de su pareja. No se confundan, la cuenta no es para gastar a escondidas, es para emergencias… su programación la obliga. Hombres, la buena noticia es que una mujer con cuenta escondida es más segura y no presiona tanto por la seguridad financiera del hogar. Si su mujer se siente insegura y presiona lo más recomendable es incentivarla a que tenga sus propios ahorros… puede estar seguro que son para una buena causa. No se preocupe, su hombría no está en juego, es una actitud normal, tiene millones de años y no es peligrosa. Preferiría que las mujeres siguieran siendo administradoras, controladoras del gasto y ahorrativas. Aunque existen las opciones de inversión hace no mucho tiempo, me encantaría que este nuevo programa se instalara en adición a los demás y tendríamos una persona capacitada completamente para hacerse cargo de las finanzas familiares. Además, en caso de separaciones habría algo a dividir y no deudas, y dos personas con capacidad para seguir viviendo sin inconvenientes de dinero. FRASE DE LA SEMANA “Gastar por separado impide ahorrar con visión unificada.” Diego A. Sosa Consultor, Escritor, Coach y Conferencista

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