Socializar y compartir son acciones que tienden a confundirse en este mundo moderno. Lo que nos llena más debe ser aprovechado, lo otro tiene su tiempo para ser vivido.
El mundo cambia, mejor dicho, la sociedad lo hace, y siempre ha sido así. El detonante son los inventos. Antes era más despacio… hoy es bastante acelerado el ritmo.
No podemos pensar que nuestra comunicación siempre fue igual. Desde el tiempo de los sonidos y las señas hasta las salas virtuales de conversación hemos pasado por muchas etapas… bueno, no tantas, pero todas habían sido bien largas.
Pensemos que una vez existían tribus que se enviaban señales de humo. Otros enviaban una paloma mensajera. Algunos tenían que enviar un jinete por los bosques para hacer llegar su mensaje. ¿Y hoy? Apretamos una tecla y el mensaje le da la vuelta al mundo en cuestión de segundos.
Desde que surgió el primer idioma hasta que apareció la escritura pasaron muchos siglos, quizá millones de años. Desde que el teléfono se hizo digital hasta que pudimos comunicarnos por salas de conversación no pasó nada de tiempo. Nuestro cerebro pasa por un gran reto, adaptarse rápidamente, evolucionar y no reaccionar.
Llegamos a un restaurante a vernos con amigos, el gran reto es: ¿Hacemos lo que hacíamos hace diez años o mejor lo que se hace hoy? O sea, compartir (entre nosotros) o socializar (en las redes).
He visto como para muchos se ha convertido en más importante el contacto virtual que el presencial. Reuniéndose con personas pero compartiendo ese instante con los que están lejos.
El instante tan especial de compartir cara a cara sigue siendo para mí muy importante. Creo que acercar a los que están lejos es para algunos momentos y estar con los que están cerca es para cuando se puede.
Lamentablemente sigo sin comprender algo: Si es más difícil estar reunidos en personas, ¿por qué desperdiciamos tan escasos momentos? Reunirnos en línea es más fácil, no hace falta trasladarse a un lugar físico. ¿Estoy demasiado renuente al cambio?
Los estudios recientes no me alejan tanto de la tendencia. Las redes comienzan a perder la vigencia que tenían, no solo por saturación de usuarios, sino porque los usuarios se saturan. Las personas se comienzan a dar cuenta que no están usando las herramientas de la mejor manera y se tratan de alejar.
Sabemos que hay adictos… más de lo que se evidencia. Como todas las adicciones son negadas por la mayoría de los que las tienen. El uso adecuado no es medible, para algunos puede ser unas horas, para otros escasos minutos.
He visto recomendar algunas APP que miden el tiempo que pasamos en las redes y la frecuencia con la que revisamos nuestros mensajes. “OffTime”, “Quality Time” (Android) y “Moment” (IOS) son algunas de las que he visto como recomendadas. En lo personal no las he usado por lo que no podría hacer recomendación personal.
En mi libro: ¿No tienes tiempo? Muestro la importancia de saber en qué utilizamos este valioso recurso no renovable. En: Migomismo II enseño lo valioso de relacionarse con los demás. En: Ventas y Negociación expongo cómo pagamos dinero si utilizamos el tiempo de trabajar para estar en las redes. Y así por delante enseño como nuestro tiempo mal utilizado nos lleva a estrés y menor calidad de vida.
Lograr el balance es lo mejor. No reconocer un problema no es de sabios, mejor exponerse a saber si hay que tomar medidas antes que andar estresados por la vida sin querer saber las razones.
FRASE DE LA SEMANA
“Hay tiempos que son para compartir y otros para socializar”
Diego A. Sosa
Consultor, Coach, Conferencista y Escritor
Simplemente excelente, muchas gracias.
Muchas gracias por el comentario y por honrarnos con su lectura.
Diego
Excelente. El compartir cara a cara no tiene precio.
Así mismo pienso, Rafaela.
Gracias por tu comentario.
Diego