“¿Cómo le digo algo a mi madre de forma que no se ofenda?” Me preguntó una joven hace unos días en un seminario de comunicación asertiva. La respuesta no es fácil. Bueno, lo que no es fácil es asumir que quizá es mejor no expresar lo que pensamos si no cumple con algunos criterios.
Una vez aprendí de una sabiduría oriental que lo que queremos decirles a otros debe cumplir con tres criterios. Debo saber que es verdad, estar seguros de que es bueno, y sobre todo que el receptor le sacará beneficios. De no cumplirse alguno de estos criterios quizá ni valga la pena mencionarlo.
De ahí me nació la duda de si es importante cómo lo decimos. Mi conclusión fue que lo importante es cómo lo pensamos. Si utilizo lo que llamé el pensamiento asertivo, que describo por extenso en mi libro Migomismo II, nunca tendré que pensar cómo expresarlo.
Analicemos los tres conceptos de la sabiduría que mencioné anteriormente:
¿Es verdad?: Si no tenemos la menor confirmación quizá debamos dudar de la fuente y la intención de la misma. En ocasiones pretendemos pasar rápido una información y pecamos al no verificar su veracidad. Si podemos confirmar, debemos confirmar. De lo contrario deberíamos pasar también la duda: “No he podido verificar la veracidad de lo que voy a expresar…”
¿Es bueno?: Una vez comprobado lo anterior es el momento de analizar si la bondad de la información. Decirle algo malo a alguien puede llevarlo a pasar por un mal momento. Hay noticias que debemos dar, no importando su bondad, me refiero a información que no es prioritaria ni tiene importancia. Existen personas que se preocupan en demasía, evitemos preocupaciones innecesarias.
¿Es útil?: Las informaciones deben llevar a una utilidad. Hoy estamos perdiendo de vista tantas sugerencias útiles porque muchos se han dado a la tarea de crear un diluvio informativo con cosas que son desperdicio. Cuando digo útil puede ser hasta para reír. Recordemos que la vida tiene muchas vertientes que debemos atender.
Si lo que voy a decir no sé si es verdad, no es bueno, ni tiene utilidad, prefiero no decirlo. Es más, es mejor sacarlo de mis pensamientos. Por lo mismo no creo en críticas.
¿Se atreve a evaluar algunas de las expresiones que tendrá hacia alguna persona en las próximas horas y decidir según este artículo?