“DESCONSTRUYENDO” EL ESTRÉS

Demasiado se habla de la forma de sacarse el estrés. Le propongo que hablemos de no construirlo, ¿qué le parece? Esta enfermedad de los tiempos que vivimos, le ha costado la vida a muchas personas que conocíamos y la salud a otros tantos que están a nuestro alrededor.

Algunos han logrado técnicas para volver a la normalidad. Esas técnicas nos recomiendan ejercicios de respiración, hacer deporte, masajes, musicoterápia, aromaterapia, hacer un viaje, encontrarse con el creador, etc.

Lo malo es que volver a la normalidad es volver a construir nuevamente el estrés… después de mucho trabajo para liberarse del mismo, usted está en el camino de siempre.

El estrés no es una causa de nada, es simplemente una consecuencia. O sea, que algo lo causa y no que es la causa de algo. Por eso le propongo que trabajemos con las causas, las cuales pueden ser muchas. La buena noticia es que la mayoría tienen una sola fuente, y ella es su disposición mental.

Para algunas personas, salir de vacaciones es una felicidad, pero se cargan de un estrés enorme… Para otras es sólo estrés, mientras que para algunas es la forma ideal de sacarse el estrés.
Al igual que en el avión, muchos estarán estresados, mientras que otros muy relajados. Lo que nos indica que cada uno reacciona diferente, o sea que cada quien se provoca su mismo estrés, sólo con su actitud.

La opción es mental; usted decide no hacer lo que le causa estrés, o busca la causa del estrés. Por ejemplo, el miedo a volar, eso lo puede arreglar, hay suficientes técnicas. O el estrés antes de las vacaciones… si planifica con tiempo y tiene un plan con la tarea por hacer y fechas de termino… de seguro que estará más tranquilo al ver que todo marcha sobre ruedas.

Hay otro tipo de estrés que es por la falta de tiempo. Lamentablemente los días siempre han tenido 24 horas… y la mala noticia es que los días no aumentarán su horario. La otra mala noticia es que usted tendrá cada día más cosas que hacer.

La administración del tiempo no existe; así que cada vez que le digan que le enseñarán a manejar el tiempo, dígale que esa mentira ya se la sabe. Me refiero a esos programas que sólo le enseñan a priorizar y a poner las cosas por hacer adelante y atrás. Pensemos… si tenemos el mismo tiempo y las mismas tareas, ¿cambia en algo que las hagamos en otro orden? Sólo está condenando las menos prioritarias a que mueran, o peor, a que se conviertan en importantes y urgentes… causándole más estrés.

En muchas ocasiones he hablado de cómo manejar las tareas, así que le recomiendo buscar los artículos anteriores para tener una mejor idea. O puede leer mi libro ¿No tienes tiempo? En él está todo lo necesario para poder hacer todo lo que quiere y tiene que hacer, y eso en las 24 horas que el día nos regala. Y créame, son más que suficientes.

Por último quiero mencionar la solución más útil para no construir el estrés. Su paciencia. No me diga que no tiene, ya que si un cliente o su jefe le dice algo que no le gusta, usted se muerde la lengua, por eso sé que la tiene, pero es hora de utilizarla para todo.

Si en el tránsito alguien le hace una mala jugada… es el momento para dejar que el otro explote y usted escuchar una buena música. Le digo, el otro no va a cambiar, ni le va a pasar nada porque usted le eche maldiciones, o por usted recibir un ataque al corazón. ¡Déjelo! Usted es más inteligente que el otro. Adelántese a las situaciones y no se sulfure, los demás seguirán siendo igual, así que el control de su ira sólo lo puede tener usted.

La rabia no le puede atacar por causa de los demás, usted es quien se hace daño cuando la pasa mal, así que usted es que se hará bien cuando la pase bien. Ríase de las situaciones que le quieren sacar de sus casillas y deje el mundo seguir dando vueltas. Existen demasiadas cosas de las cuales realmente debemos ocuparnos, así que preocuparse no es la solución.

A más tardar hasta la siguiente entrega.

© Ing. Diego A. Sosa. Escritor, Consultor, Coach y Facilitador de Empresas y Profesionales a nivel Internacional. CEO Mercurio Entrenamiento y Consultorías S. A.
e-mail: Diego@DiegoSosa.info WEB: https://www.diegososa.info/

FRASE DE LA SEMANA

“Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud”.
Publio Terencio Afer (195 AC-159 AC) Autor cómico latino

Esta públicación tiene 14 comentarios

  1. *Lin*

    Muy interesante el articulo, sobre todo eso de la paciencia… “…ya que si un cliente o su jefe le dice algo que no le gusta, usted se muerde la lengua…”

  2. Anónimo

    Hola Diego
    Sin lugar a dudas es cierto lo que menciona acerca del stress, quiero agradecerle los buenos articulos que me envia.
    pudiera decirme por favor donde puedo conseguir su libro?
    Anthony

  3. Anónimo

    Muy bueno!!
    Saludos!

    G. Mateo

  4. Anónimo

    Hola Diego! siempre es un placer recibir tus artículos, estos siempres son atinados con el contexto laboral que caracteriza al mundo en este momento y siempre son claros y lógicos. Siempre agradezco la eneseñanza que obtengo con estos. Hasta pronto.
    Noemí

  5. Anónimo

    Dieguito
    Mis saludos y agradecimientos por tus atenciones, este articulo es muy interesante, este es el tema de la actualidad.
    se te quiere de gratis salud y suerte
    General. Ramírez

  6. Anónimo

    Gracias Diego. Dios te guíe siembre. Cuantas verdad y amor hay en tu artículo.

    Gracias.
    Eunice

  7. Anónimo

    Líder como esta, gracias nueva vez por sus EXCELENTES artículos manteniendo mi comunicación con usted que la verdad es que no se puede perder porque lo que vale hay que aprovecharlo.

    A su disposición y orden.
    Carlos C.

  8. Anónimo

    Creo que ha dado Usted en el clavo joven: la paciencia (oh! que envidia!)
    Me gustó la parte que trata del transito, he oido gente que sugiere: “o sufre el tapón o lo disfruta”, considere si tiene un cd de musica que le guste (bachata, merengue, jazz, etc.)…
    afectos!
    Lucy

  9. Anónimo

    Diego Amigo –
    estupendo mensaje como siempre. Disculpa si no te contesto con más frecuencia, pero siempre leo tus mensaje trato de asimilarlos, los reenví, pues me parecen una terapia muy interesante, de hecho estoy tratando de hacer ésta práctica dentro de lo que puedo, por ejem. Acostumbro comprar flores para la oficina al inicio de la semana en la mañana – la última vez lo hice, fue la semana pasada, pues me produjo tanto estres, que decidí no hacerlo a ésa hora, sino cuando pueda y me sobre el tiempo, entre seleccionar las flores por envases, las demás personas al mismo tiempo comprando y pagando, la hora avanza, ése dia llegué a la ofic. Llena de estrés, por lo tanto decidí ese dia reconstruir el dia y hora de esa actividad. Bueno basta de lata por ahora, Dios te bendiga.
    MLS

  10. Anónimo

    Dios!!!

    A veces le pregunto a Dios porque eres tan acertado en los momentos que más lo necesito, cuanto te admiro eres un ser humano que con tus palabras alivias la vida de muchas personas.

    Que Dios te bendiga mucho

    Ana Patricia

  11. Anónimo

    Gracias amigo

    Este mensaje me cayó como anillo al dedo, como dicen por ahí. Necesito más lectura positiva, no termino de entender que con acelerarme y enojarme no resuelvo nada. Y a veces suelto el carril de la paz. Pero bueno, para eso están los amigos como tu. Un beso grande.

    A. Perdomo

  12. Anónimo

    HOLA DIEGO,
    Muy lindo tu articulo de esta semana, me encantó, pues vivo en un diario estres, jajajaja ay siiiii, es k aqui todo es para ayer y te lo entregan mañana… me entiendes?!!!

    Tania

  13. Anónimo

    Gracias Sosa, muy interesante el tema sobre el estres,

    A. Amparo,
    Boston, Massachusetts.

  14. *Mercy*

    Hola Diego:

    Este articulo es muy oportuno para estos tiempos, pues vivimos eternamente estresado, cuando no es una cosa es la otra, siempre hay algo que nos causa estrés.

    Te admiro muchísimo por lo que haces, tiene la oportunidad de ayudar a tantas personas con tu escritura, no solo con los artículos sino también con tus libros eres SUPER.

    Gracias por compartir tus vivencias y experiencias con todos nosotros.

    Un abrazo
    M. Bernard

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