QUERER NO ES HACER

Llega diciembre y comienzan a llover los deseos para el próximo año. Deseos que muchas veces se vienen mudando de año en año y pocas veces los vemos realizados, por no decir que no los vemos ni comenzados. Muchas personas se envuelven en las festividades y la presión de cierre de año y no consiguen planificar el año próximo. Llegará enero y en un abrir y cerrar de ojos estará por mitad el primer mes del año y algunos tendrán la excusa de no planificar porque ya no lo hicieron. En mi tierra decimos “la carga se acomoda en el camino”. Craso error si se quiere lograr algo con eficiencia y eficacia, sin desperdiciar recursos ni energías.

Bueno, la realidad es que tener un plan es sólo “querer”. Sí, yo quiero algo o hacer algo, lo pongo en un papel o en la pantalla de mi computadora. La diferencia está en llevar ese “querer” al estado de “realizado”. Sólo cuando el plan sea ejecutado, usted tendrá la satisfacción del resultado.

Para lograr lo que uno quiere yo siempre digo que hay que tener un plan individual para cada objetivo. Muchas veces ponemos deseos en nuestra lista, pero no pensamos cómo llegaremos a ellos. Yo recomiendo además de la lista de resumen, hacer un detalle para cada deseo. Por ejemplo, si desea cambiar su vehículo el próximo año, tendrá que saber cuál será su presupuesto, cómo llegará e él, cuál es la mejor forma para pagar menos, cuáles alternativas tiene, cuánto tendrá que ahorrar mensualmente, comenzar a ahorrarlo o aumentar lo que viene ahorrando…

O sea, hace falta un mapa que nos haga llegar al objetivo. Sólo al tener el mapa podremos ser capaces de comenzar a realizar esos deseos, que ahora pasaron a llamarse “metas”. Si tengo que ahorrar, no puedo esperar a septiembre para darme cuenta que es el mes de mi cumpleaños y quiero comprar el auto, pero no ahorré nada… el deseo sigue siendo un sueño.

La mayoría de las metas no se logran porque se quedan en la categoría de deseo, no llegan a ser vistas como algo que puedo lograr, mucho menos como algo que creo poder lograr.

Noviembre es un mes sensacional para planificar el próximo año. Aún tiene esa hora que necesita para hacer el plan… sí, en una hora usted puede hacer un plan completo de deseos y rutas para convertirlos en metas. En diciembre hay demasiadas excusas para no sentarse a hacerlo, por eso recomiendo hacerlas en noviembre y en su defecto planificar en enero para doce meses, o sea, de febrero a febrero.

Entre sus metas debe tener claras las partes de su vida que quiere fortalecer. Yo recomiendo que piense en su parte emocional, su parte física, su tiempo, sus relaciones y sus finanzas. El orden de los factores no altera el producto, todas son prioritarias y ninguna le quitará fuerzas para realizar las otras… la idea es llevarlas a tener bajo su control absoluto.

Sé que son muchas, pero no puede abandonar su vida a lo que el mundo exterior decida hacer con una vida que usted quiere vivir. Es mucho lo que hay que hacer para convertir una vida en una obra de arte, por eso mis siete libros tratan estos temas en detalle, porque hay material suficiente para pasarse toda una vida disfrutando de un camino que se llama FELICIDAD.

Hasta la próxima entrega.

FRASE DE LA SEMANA
“El día que no me encargo de mi destino, ese día soy víctima de la mala suerte”.
Diego Sosa
Consultor, Escritor, Conferencista y Coach dominicano.

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